Aunque no ha habido ninguna razón para este silencio, lo cierto es que se ha hecho. No hemos estado parados, aunque no actuáramos tanto como hubiéramos querido. Pero en los descansos hemos ido a ver algo de teatro por los pueblos de León: en Pola de Gordón, una deliciosa Gatomaquia (gente de la universidad de Murcia y otros de Sto. Domingo, creo); una maravillosa La hermosa fea (otra vez Lope de Vega, ¡Que nos libre de la SGAE! Amén) a cargo de alumnos o ex-alumnos de la RESAD, con mucho valor, sobre todo ellas aguantando a cuerpo gentil los rigores de un verabierno en Sta. Lucía. los increíbles títeres de Corsario y sus Aullidos, en Villabalter (qué gente tan amable y solícita esta de Corsario al explicarnos y dejarnos ver de cerca toda la fantasía. Genial Sergio). Y, por no ser prolijos, teatro en asturiano en Mansilla de las Mulas, muy divertidos; piezas de Casona y Zarabanda, en Benavides de Órbigo; Lapsus, en Villademor; teatro en una plaza de Ponferrada, en Sahagún, cuentacuentos en S. Feliz de Torío. Y un ciclo de marionetas estupendo en Cerezales del Condado (Olé la fundación de ese pueblo).
¿Qué más? Ah, sí. El resto del tiempo se ha ido en revisar una obra que pronto (esperemos) será reestreno, en pergeñar otra que andará lista en unos meses, en indagar sobre las gentes que leen este blog (cerca o lejos) por si cayera por allí alguna actuación cuando dios quiera, aunque México nos queda lejos, Argentina es un sueño, Chile ya lo quisiéramos y Perú y Colombia y California y Francia y ¡qué te digo de la Inglaterra! En Arizona sé que nos miran desde la universidad de Tempe, por allí podremos hacer una gira a secas o una gira quijotesca.
Así que agarraremos el resto del año por las orejas y, si hay suerte, esquivaremos esta escasez que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario