Hoy concluye la exposición de Adolfo Álvarez Barthe, Hieroglyphica. Ha sido todo un lujo de exposición por más que recibiera las palabrejas de algún tertuliano entendido en estafas y premios con truco, o las de pintores, pintoras pintazapatos disgustados (adas) por la sala, la luz, las escaleras, la accesibilidad. Por más que recibiera la visita sin palabras de ese sanluis modorro de nuestra cultureta instituta, por más que fuera ignorada por los que debían ignorarla.Ya sabes, Adolfo: Y si el necio aplaude, peor.
Ha habido más visitantes que nunca, más juventud que nunca y auténtico afecto y admiración sincera. De la calidad hablaré cuando sea con quien quiera y pueda.
Acabó y es un placer porque desde hoy nos queda menos para la próxima. Ya veréis qué sorpresa nos guarda Adolfo.
¡Salud, maestro! Y sigamos haciendo como diría Juan Luis.
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